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NOVEDADES

¿POR QUÉ CUESTA TANTO ADELGAZAR Y SOSTENERLO EN EL TIEMPO?

Después de realizar un plan alimentario nos encontramos con el desafío de sostener los cambios logrados en nuestro organismo, por eso es aconsejable no “aburrirse” comiendo siempre lo mismo y explorar nuevas opciones alimentarias de la mano de nuestros nutricionistas de confianza.

En los procesos de pérdida de peso, a medida que van bajando las reservas de grasa, nuestro cerebro lo registra y envía una señal que se traduce en “ganas de comer cosas que no deberíamos” ya que si está activado en nosotros el fenotipo de obesidad – thrifty gene –, va a interactuar con diferentes glándulas cerebrales como la amígdala cerebral, el hipotálamo y/o la corteza cerebral, incrementando nuestro apetito, aumentando la salivación y la imaginación de comidas que no deberíamos comer, e incluso, haciendo que comamos rápido, sin saborear, sin masticar lo necesario y sin disfrutar de la comida.

En definitiva, para sostener nuestro peso, es vital que
hagamos el esfuerzo de cocinarnos o bien de comprar viandas preparadas por profesionales y de esta manera evitar el error de comer “lo que haya”.

Para no perder estos hábitos construidos es necesario “comer con placer” y buscarle la vuelta a lo que vamos a ingerir para verlo diferente, como una experiencia sensorial completa con variados componentes, colores, sabores y cocciones. Saboreemos todo, masticando despacio y disfrutando: el placer da saciedad y todo lo que sea ocupar el cerebro en otras cosas como ser los aromas, los colores y las formas, ayuda al disfrute del plato.

Si tenemos hambre real es porque comimos menos de lo necesario, entonces pueden aparecer las tentaciones de comer cualquier cosa. En este caso, el secreto es comer comida sana para saciar el hambre, porque si no lo hacemos, el thrifty gene va a generar como respuesta la de comer alimentos con muchas calorías en poca cantidad.

Por el contrario, si nuestro apetito es emocional (ganas de comer algo especial) el thrifty gene solo se saciará con lo que se nos antojó…Entonces, podemos comerlo
pero controlando la porción: nos dimos un gusto, pero controlado.

Otra clave para sostener los cambios de hábitos, es la actividad física. Podemos empezar de a poco con algo que nos guste y a medida que nos movamos notaremosque vamos ganando flexibilidad: la ropa nos queda más cómoda y podemos hacer cosas que antes nos costaban, como agacharnos, ponernos los zapatos o atarnos los cordones. Todos estos cambios, contribuyen a la motivación cotidiana para sostener la actividad en el tiempo.

Por último, a modo de control, se recomienda medir la cintura a nivel del ombligo entre la última costilla y la cadera, esta medida proporciona el parámetro del riesgo
cardiovascular que tenemos. Suele ser más efectivo que solamente pesarse, porque la baja de peso puede ser más lenta, ya que podemos estar ganando masa muscular
con la actividad física que realicemos. En la mujer, si la medida es entre 80 y 88 cm el riesgo es leve; en el varón, en cambio, se considera el rango entre los 94 y 102 cm.

Por todo esto, los controles con nutricionistas y médicos clínicos; y a través de exámenes como laboratorios y ecografías abdominales, nos ayudarán a seguir alcanzando un estilo de vida más saludable a un ritmo sano, sin fracasar en el intento.

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